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Felipe Maeztu

Felipe Maeztu, alavés Felipe Maeztu, alavés de Labraza (nació el 13 de septiembre de 1905), fue un guerrero. Durante el siglo XX hubo muchos como él que combatieron en las guerras que desolaron el mundo durante esos cien años hasta límites insoportables. Pero llama la atención que hizo su carrera militar en Francia dentro de la Legión Extranjera y que no combatió en la Guerra Civil española,(aun así lo incluimos ya que sin duda lo hubiera hecho de participar Francia en el conflicto tal y como debiera haber hecho junto con Inglaterra)como millones de compatriotas. Estaba muy ocupado en los conflictos coloniales franceses. La Asociación Sancho de Beurko Elkartea lo ha incluido en su lista de vascos que lucharon en la Segunda Guerra Mundial. Se alistó en la Legión Extranjera por causas que desconocemos en 1927. Contaba apenas 22 años. Sirvió un año en Argelia y otros diez en Marruecos en las filas del Primer y Cuarto Regimiento de Extranjeros de Infantería. Tras incorporarse a la legendaria 13ª Semibrigada de la Legión Extranjera combatió en Narvik (Noruega) entre las fuerzas aliadas que querían echar a los alemanes que habían invadido el país en busca de sus minas de hierro. Finalmente, fueron los aliados los derrotados y junto a polacos, noruegos y británicos Maeztu, que ya era sargento, fue evacuado al Reino Unido. Posteriormente es ascendido a 'adjudant' cuando se incorpora a la Francia Libre que lidera el general De Gaulle. Combate en Gabón y Dakar, cruza África para luchar en Keren y Massaoua, dos de las acciones más sangrientas de la ocupación de Eritrea. Posteriormente es enviado a Siria donde es cambiado de unidad y dirige como subteniente un pelotón mixto de transmisiones. Se incorporó a la Primera Brigada Francesa Libre al mando del general Koenig.

*Los datos aquí publicados han sido contrastados con varias fuentes.
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Mauricio Amster

Mauricio Amster

Mauricio Amster, polaco nacido en Lvov en 1907 (sus padres murieron en el campo de concentracion de Belzec), nacionalizado español y católico, no fue impedimento para que trabajara para la República. Se exilió a chile,donde murio en Santiago.
Emigro a Viena y Berlin, y al no encontrar trabajo a España donde trabajo como autor independiente para los editores Dedalo, Oriente, Zeus y Ulises.
Sobre mediados de 1936 se afilio al partido comunista. Al estallar la guerra se dirigio al frente, donde le dieron de baja por su extrema miopia.
Como responsable de transporte del tesoro artistico nacional viajo a Valencia donde superviso las obras evacuados del museo del Prado en Madrid.
Nombrado Director de publicaciones del Ministerio de Instrucción Pública, desarrollo la famosa cartilla, un rudimentario libro para soldados republicanos sin formacion en las aulas.
Se caso con Adina Amenedo, con quien escapo de Barcelona a Francia el 24 de Enero de 1939 para evitar ser arrestado por las tropas leales al general Francisco Franco.
Dejo Europa abordo del SS Winnipeg desde Bordeaux el 1 de Agosto de 1939 con 2200 refugiados mas ayudado por Pablo Neruda, al que conocía, y por el gobierno chileno. Llegaron 1 mes despues a Valpariso
En chile destaco su trabajo para la editorial Cruz del sur. Tambien trabajo para Editorial del Pacifico más tarde. 
Murio en Santiago de Chile en 1980.

*Los datos aquí publicados han sido contrastados con varias fuentes.

Erick Aalto

Erick Aalto
Erick (Erkki) Aalto, nacido en Finlandia en 1913, fino-estado unidense. Marinero. Domicilio en Canterbury, Connecticut. Se embarco el 4 de septiembre de 1937 a la edad de 34 años en el Champlain.
Sirvio con la XV brigada internacional en el batallon Lincoln-Washington, asistio a la escuela de ametralladoras en Pozo Rubio para  mas tarde volver al batallon Lincoln-Washington, compañía de ametralladoras.
Sirvio en la batalla de teruel y fue herido en accion por metralla en una pierna. 
Después de dejar españa no pudo regresar a Estados Unidos, regresando a Finalandia.
Durante la segunda guerra mundial se enlisto en el ejercito fines, sirviendo como marinero en el rompe-hielos Tarmo

*Los datos aquí publicados han sido contrastados con varias fuentes.

Manuel Azaña Díaz

Manuel Azaña Díaz
Manuel Azaña Díaz (Alcalá de Henares, 10 de enero de 1880 - Montauban, Francia, 3 de noviembre de 1940) fue un político y escritor español que desempeñó los cargos de Presidente del Gobierno de España (1931-1933, 1936) y Presidente de la Segunda República Española (1936-1939).

Fue uno de los políticos y oradores más importantes en la política española del siglo XX, además de un notable periodista y escritor. Fue galardonado con un Premio Nacional de Literatura en 1926 por su biografía La vida de Juan Valera. Su obra más conocida es el diálogo La velada en Benicarló, una reflexión sobre la década de los años treinta en España. Sus Diarios son uno de los documentos más importantes para el conocimiento del momento histórico en el que vivió.

Infancia y adolescencia

Manuel Azaña nació en una familia de sólida posición económica y con presencia en la política local y la vida intelectual de Alcalá. Su padre era Esteban Azaña, propietario, y su madre Josefina Díaz-Gallo, ama de casa. El padre, de familia de notarios y secretarios de ayuntamiento, se dedicaba también a la política y llegó a ser alcalde del pueblo; escribió y publicó en 1882 y 1883 una Historia de Alcalá de Henares en dos volúmenes. En cuanto a la familia de su madre, se dedicaba al comercio; procedía del pueblo de Escalada (Burgos). Su nombre, Manuel, era el de su abuelo materno Manuel Díaz-Gallo, de Escalada.

En este pueblo y toda la comarca, sobre todo en algunos pueblos "tenía un gran arraigo Izquierda Republicana, entre otras cosas, porque Manuel Azaña descendía por línea materna de esta localidad”.

Manuel fue el segundo de cuatro hermanos (Gregorio, Josefa y Carlos, eran los otros). Además de sus padres, y sobre todo tras la prematura muerte de estos, desempeñaron un papel importante de protectores durante su infancia su tío materno Félix Díaz-Gallo, con cierta influencia sobre Manuel en lo intelectual, y su abuela paterna.

Estudió en el Colegio Complutense de San Justo y Pastor hasta el bachillerato, que comenzaría en el curso 1888-1889, haciendo los exámenes en el Instituto Cardenal Cisneros, de Madrid. Era un alumno de notas excelentes, predominando entre sus calificaciones el sobresaliente, aunque finalmente culminaría sus estudios de bachiller con la calificación de aprobado.

El 24 de julio de 1889 falleció su madre; unos meses después, el 10 de enero de 1890, su padre. Manuel y sus hermanos se fueron a vivir a casa de su abuela paterna, doña Concepción. Allí, con una constante sensación de soledad, realizaría sus primeras lecturas, gracias a los distintos libros acumulados por su abuelo Gregorio:
Siempre, cada vez que evoque su infancia, la misma metáfora: Manuel Azaña se recuerda en los días de su niñez y adolescencia, sobre todo, como un devorador de libros.

Por decisión de su abuela, Manuel realizó sus estudios superiores de Derecho interno en el recién creado Real Colegio de Estudios Superiores María Cristina de El Escorial.Dado que el colegio carecía de la facultad de expedir títulos de licenciatura, los alumnos debían examinarse por libre en la Universidad de Zaragoza.

Tras tres cursos (el preparatorio y los dos primeros de Derecho), durante el curso 1896-1897 sufrió una crisis religiosa que lo llevó a abandonar el colegio, continuando sus estudios en casa:
No fue hostilidad, tampoco rencor, ni alguna especie de "rebeldía impieteista", como algún fraile ha dictaminado, confundiendo los sentimientos de un joven de dieciséis años que un día dice que no quiere confesarse con los de un ateo militante: fue sencillamente que la religión, en todas las dimensiones en que la había vivido de niño y adolescente, dejó de tener sentido para él.

Durante el curso 1897-1898 editó junto a unos amigos la revista Brisas del Henares, en la que publicó diversas crónicas locales.

El 3 de julio de 1898, en la Universidad de Zaragoza, pasó el examen de grado de Licenciatura en Derecho con la calificación de sobresaliente.
Juventud

En octubre de 1898 se trasladó a Madrid para preparar el curso de doctorado en la Universidad Central. Al tiempo, y gracias a las gestiones de su tío, entró a trabajar como pasante en el bufete del abogado Luis Díaz Cobeña, donde coincidió con Niceto Alcalá Zamora.

En febrero de 1900 solicitó su admisión en los ejercicios de grado y presentó su tesis, titulada La responsabilidad de las multitudes, el 3 de abril, obteniendo el título de Doctor en Derecho con la calificación de sobresaliente. En su tesis, Azaña
establecía que cuando actúa en multitud, el individuo es responsable de sus actos y reconocía que cuando las multitudes alzan la voz amenazando con perturbar el orden es para reclamar algo que casi siempre se les debe en justicia.

Durante esa época, sus lecturas se centran básicamente en obras relacionadas con cuestiones sociales, con el socialismo y con la historia de Francia e Inglaterra.

Desde octubre de 1899 formaba parte como socio de la Academia de Jurisprudencia, donde participaba activamente en diversos debates. En enero de 1902 leyó su memoria sobre La libertad de asociación, en la que abordaba la necesidad de que las órdenes y congregaciones religiosas se regulasen por el Estado, y apelaba al respeto a la libertad de enseñanza para las asociaciones de católicos formadas para ese fin. En otras intervenciones, a propósito de memorias expuestas por distintos socios, Azaña expresó ideas como que lo decisivo para elegir un sistema de gobierno era el grado de aceptación de este, fuese monarquía o república, y la existencia de principios como el respeto a la igualdad entre los ciudadanos, el sufragio universal, la soberanía nacional y las instituciones representativas. En otro caso, apeló a la necesidad de que la ley estableciese una reforma que introdujese una verdadera libertad de mercado, con el reconocimiento de la libertad de asociación del proletariado.

Hacia finales de 1900, Azaña ingresó también en el Ateneo de Madrid, donde expresó frecuentemente su actitud crítica tanto hacia la generación del 98 como hacia el regeneracionismo.

Por otro lado, desde febrero de 1901 empezó a colaborar, con textos literarios y de crítica teatral, en la revista Gente Vieja, firmando con el seudónimo de Salvador Rodrigo, que ya había utilizado en su adolescencia.

Sin embargo, de imprevisto, en 1903 regresó a Alcalá para hacerse cargo con su hermano Gregorio de los negocios familiares: una finca, una fábrica de ladrillos y tejas, y la Central Eléctrica Complutense. Simultáneamente, retomó su actividad literaria concentrándose en la redacción de una novela autobiográfica, La vocación de Jerónimo Garcés. También, volvió a su labor periodística a través de una revista local, La Avispa, fundada por su hermano Gregorio y unos amigos.

Pero el fracaso de los negocios familiares lo llevó a regresar a Madrid y solicitar tomar parte en 1909 en los ejercicios de la oposición a Auxiliares terceros de la Dirección General de los Registros y del Notariado. En junio de 1910 apareció como número uno en la lista de resultados, siendo propuesto para la plaza correspondiente. Tras diverso ascensos naturales dentro del escalafón, en 1929 llegó a ser nombrado Oficial jefe de Sección de segunda clase del Cuerpo Técnico de Letrados del Ministerio de Gracia y Justicia, con un sueldo anual de 11000 pesetas.

Paralelamente a su tarea como funcionario, Azaña siguió desarrollando una labor intelectual. Así, en 1911 pronunció su primera conferencia política en la Casa del Pueblo de Alcalá de Henares. En ella, afrontó el tema de moda, el problema español, pero en vez de centrarse en la solución que la mayor parte de los intelectuales proponían al respecto, la escuela, Azaña mostró su preocupación por el Estado. Así, en su conferencia afirmó que
el "problema de España" consiste en organizar democráticamente su Estado, única medicina para acabar con el "apartamiento de la vida cultural de Europa" (...). [Y que] para lograrlo, es requisito indispensable liberarlo de los poderes sociales que lo mediatizan (...) por medio de la acción política de ciudadanos conscientes de sus deberes.

Ese mismo año, en dos artículos publicados en La Correspondencia de España, Azaña insistió, enfrentándose críticamente a la generación de Pío Baroja, en la necesidad de una actitud política activa por parte de los ciudadanos para afrontar con garantías la solución al problema de España.

Con la intención de seguir cursos de Derecho civil francés en la Universidad de París, solicitó en febrero de 1911 una pensión por un periodo de seis meses que le fue aceptada. El 24 de noviembre llegó a París y allí, hasta su marcha un año después,desarrolló una intensa actividad intelectual de la que dejó testimonio, además de en notas personales, en diversos artículos enviados bajo el seudónimo de Martín Piñol a La Correspondencia de España. Azaña quedó especialmente impresionado por
la visión de París como obra única de civilización que ha sabido aunar (...) la herencia cristiana con la rehabilitación de la razón.

En otros artículos, abordó la importancia de rehabilitar la funcionalidad de los parlamentos como garantes de la seguridad nacional y el concepto de patria, que Azaña asociaba con cultura y con justicia y libertad encaminadas a un bien común.

En París, además de diversas lecturas y visitas culturales a iglesias y monumentos, asistió a mítines políticos y a múltiples conferencias de temáticas variadas, entre ellas unas dedicadas a la historia de las religiones por Alfred Loisy y otras sobre psiquiatría impartidas por Henri Pièron.

Conoció y se hizo amigo de Luis de Hoyos, de cuya hija Mercedes de quince años llegó a enamorarse.

Tras unos días de septiembre en Bélgica, regresó a España el 28 de octubre de 1912.

En febrero de 1913 entró a formar parte de la junta directiva del Ateneo como secretario primero; la avanzada edad y la gran actividad del presidente, Rafael María de Labra, llevaron a Azaña a tener que asumir algunas de las funciones de este, sobre todo desde 1916. Además de revitalizar su biblioteca, Azaña consiguió aclarar determinadas cuestiones económicas que asediaban a la institución.

Simultáneamente, además de recibir clases de alemán, empezó a tomar en serio la idea de escribir un estudio sobre la literatura provocada por el desastre del 98, para lo cual estudió los siglos de la Baja Edad Media, en busca de una explicación de la decadencia española, y entabló un diálogo crítico y polemista con los intelectuales que habían abordado desde finales del XIX la cuestión de ese desastre. Como consecuencia de estas indagaciones, Azaña elaboró un concepto personal de patria en el que niega su existencia medieval (aunque, paradójicamente, buscase en ese periodo a sus padres verdaderos) y que identifica con "la igualdad de los ciudadanos ante la ley; es decir, es democrática."

Por esas fechas, su amistad con Cipriano Rivas Cherif se consolidó definitivamente.

Madurez. Los inicios de su actividad política

A mediados de octubre de 1913, junto con otros jóvenes de la nueva generación intelectual de España y la compañía de José Ortega y Gasset, respaldó con su firma, la primera, un denominado "Prospecto de la Liga de Educación Política de España", que clamaba por la organización de una minoría encargada de la educación política de las masas, vincular la suerte de España al avance del liberalismo y al proyecto de nacionalización, y agruparse con el propósito de ejercer algún tipo de actuación política que abriera, sin salir de la monarquía, las puertas a la democracia.

Políticamente, el manifiesto suponía un apoyo explícito al Partido Reformista presidido por Melquíades Álvarez, al que muchos de ellos, entre ellos Azaña, se afiliaron inmediatamente.

En su primer discurso como afiliado, en diciembre de 1913, Azaña reivindicó, una vez más, la democracia parlamentaria, la necesidad de un Estado laico y soberano, atento a la justicia social y a la cultura, y la imperiosa necesidad de acabar con el caciquismo; por lo demás, rechazó la posibilidad de que su partido pudiese acometer tal empresa con la ayuda de socialistas, republicanos o liberales.

A pesar de sus deseos de presentarse como candidato por el distrito de Alcalá en las elecciones del 8 de marzo de 1914, finalmente no lo hizo, pues estimó que podría provocar problemas en su pueblo por la división política existente. Por lo demás, los malos resultados electorales del partido y la presencia en él de un porcentaje mayor de intelectuales que de políticos, terminó por hacer languidecer a la formación durante un tiempo, mientras se consolidaba el debate sobre si la formación debía aproximarse al Partido Liberal del Conde de Romanones, algo que Azaña rechazaba frontalmente.

El comienzo de la Primera Guerra Mundial llevó a Azaña a posicionarse a favor de los aliados y a desarrollar algunas actividades de apoyo moral a estos. Puso a disposición de diversos intelectuales franceses la tribuna del Ateneo, respaldó un "Manifiesto de adhesión a las Naciones Aliadas" (publicado en España el 9 de julio de 1915) y realizó en octubre de 1916 una visita a Francia con un grupo de intelectuales españoles, que incluyó un acercamiento al frente. Al lado de su admiración por la fuerza cívica demostrada por los franceses durante la guerra, Azaña expresó también su repulsa, lejos de toda mitificación, de los horrores provocados por esta.

La polémica entre pro-aliados y germanófilos, permanente a lo largo del conflicto, se recrudeció cuando los primeros decidieron criticar explícitamente a los segundos. Así, el mismo semanario España publicó un manifiesto redactado por una llamada Liga Antigermanófila, que Azaña firmó.[14] Como apoyo intelectual al movimiento, pronunció también una conferencia en el Ateneo con el título de "Los motivos de la germanofilia", donde incidía en la idea de que la neutralidad de España en la Gran Guerra tenía como motivo real la carencia de medios militares del país; por lo demás, explicando la valerosa resistencia de los franceses, reiteraba su principio de que el patriotismo estaba directamente vinculado a la virtud cívica, el móvil ideal de los ciudadanos como miembros de una sociedad política.

En septiembre de 1917, Azaña realizó un viaje a Italia junto a Unamuno, Américo Castro y Santiago Rusiñol para visitar los frentes de guerra; en noviembre de ese mismo año, viajó de nuevo a Francia con el mismo objetivo.

A su vuelta, y desde enero de 1918, inició un ciclo de conferencias en el Ateneo sobre "La política militar de la República francesa", tema que le venía ocupando desde hacía tiempo y que, finalmente, terminaría concretándose en un proyecto de obra en tres volúmenes sobre Francia del que solo llegaría a publicarse el primero, precisamente sobre esa cuestión militar.

La tesis de Azaña era que la sociedad moderna se funda en un contrato en el que los individuos aceptan alienar una parte de su libertad en pro de la formación de la colectividad; el Ejército nacional es una de las instituciones que actualizan ese pacto, y la que con mayor gravedad lo hace. En defensa de la nación, los ciudadanos, sin distinción de clases, han de estar dispuestos a dar no ya unos años de su vida, sino su vida entera si es necesario.[16]

Por lo demás, Azaña entendía que el Estado moderno crea la nación, pero, al tiempo, como sistema opuesto al característico de las sociedades premodernas, crea también al individuo, dotado de derechos inalienables que le permiten, a su vez, defenderse del Estado.

Como consecuencia de esta dedicación al tema militar, fue el encargado en el Partido Reformista de desarrollar la parte ideológica del mismo sobre Guerra y Marina; básicamente, Azaña propuso alejar al ejército de la política, reducir el número de oficiales o, al menos, impedir su crecimiento y reducir el tiempo del servicio militar.

Mantuvo al tiempo su incipiente interés por la política y se presentó como candidato a las elecciones generales del 24 de febrero por el distrito de Puente del Arzobispo; asumiendo la necesidad de la unidad, apelaba en sus charlas con los ciudadanos a la unión de las izquierdas e insistía en transmitir su idea de patria como cualidad de hombres libres. También, realizó en estos primeros mítines sus primeros ataques directos a la Corona y unas primeras referencias a la posibilidad de una revolución, por la fuerza si fuese necesario, para cambiar el statu quo de la realidad española. Consiguió 4139 votos, que no fueron suficientes para convertirle en diputado.

En mayo de 1919, en un mítin convocado por el Partido Reformista para denunciar la entrega del decreto de disolución de las Cortes al gobierno de Antonio Maura, Azaña participó con un discurso en el que habló del hundimiento de sus esperanzas liberales, asociando el liberalismo con los derechos de los trabajadores como individuos. El mítin alejó definitivamente a los reformistas de cualquier esperanza de reforma del régimen establecido y los acercó a las izquierdas, especialmente a los reclamos de los socialistas.

Simultáneamente a lo anterior, junto a varios intelectuales republicanos, socialistas y reformistas, participó en la creación de la Unión Democrática Española para la Liga de la Sociedad de Naciones Libres, que reclamaba una democracia plena para España. Las buenas relaciones entre los políticos de esas facciones se consolidaron aún más con una serie de conferencias (titulada "El actual momento político") que, con motivo de la crisis política española de finales de los años veinte, se desarrollaron en el Ateneo desde abril de 1919.

Entre octubre de 1919 y abril de 1920 vivió en París junto a su amigo Rivas Cherif, y trabajó como enviado especial del diario El Fígaro enviando artículos sobre la situación política en Francia tras la guerra y sobre la crítica a esa guerra.

A principios de año, rompió sus relaciones con el Ateneo dimitiendo como secretario, en lo que sería un indicio de unas nuevas inquietudes intelectuales que se verían materializadas con la fundación, junto a Rivas Cherif, de una revista literaria que contaría con el mecenazgo del arquitecto Amós Salvador. Así, en junio de 1920 salió a la calle La Pluma, Revista Literaria. Azaña, en sus colaboraciones, tocó los más variados registros, desde el folletón a la crítica literaria, pasando por el ensayo político.

En 1923 fue encargado de reflotar la revista España, para lo cual hubo que sacrificar a La Pluma. Azaña incrementó su colaboración política y reflejó sus impresiones sobre los derroteros del Partido Reformista, que en diciembre de 1922 había situado a uno de sus miembros, José Manuel Pedregal, como ministro de Hacienda, y dirigió con mayor insistencia sus críticas a la dependencia del gobierno de militares e Iglesia.

En abril de 1923 repitió su candidatura al Congreso por el distrito de Puente del Arzobispo, obteniendo unos resultados similares a la vez anterior.
La reacción ante el golpe de estado de Primo de Rivera

El golpe de estado de Miguel Primo de Rivera fue un momento crítico en su evolución política. En primer lugar, lo llevó a romper con el Partido Reformista porque entendió que su base doctrinal y moral era insuficiente para hacer frente a la situación política de España. Básicamente, Azaña entendió que el Partido se había fundado para democratizar la monarquía, conservando su forma y su prestigio histórico, pero en modo alguno su arbitrariedad inherente, por lo que su aceptación del golpe podía considerarse una traición sencillamente imperdonable y un fracaso en la línea del partido que no supo ver la imposibilidad de confiar en la monarquía. Derivado de lo anterior, en segundo lugar, Azaña rompió también con la monarquía. Y en tercer lugar, se alejó definitivamente de muchas de las figuras del 98 y del regeneracionismo, que tomaron la Dictadura como una oportunidad para romper con el régimen anterior, algo que para Azaña era impensable.

Como consecuencia de todo ello, Azaña terminó por identificar la democracia con la república y postuló como base para intentar alcanzarla la unión de republicanos y socialistas. Así, emplazó a Julián Besteiro y a Fernando de los Ríos a simbolizar ese nuevo movimiento de acción política capaz de oponer al bloque avasallador de las fuerzas oscurantistas coligadas, la resistencia primero, la contraofensiva después, de la voluntad liberal latente so la mentida resignación del país.

Cerrada la revista España por la censura, en mayo de 1924 terminó de redactar un manifiesto titulado Apelación a la República que, finalmente, tras numerosas negativas por parte de amigos y compañeros para facilitar su distribución, se publicó en La Coruña de forma clandestina. El núcleo del manifiesto era la idea de que la monarquía era lo mismo que absolutismo, y que la democracia solo era posible en la república; por lo demás, abrió las puertas a una gran alianza política en la que los integrantes solo deberían confirmar su aceptación de lo anterior, esto es, solo deberían reconocer su esencia liberal en el sentido más elemental del término: el individuo como sujeto de derechos y la nación como marco donde el hombre libre cumple sus destinos. Azaña ideó, pues, una acción republicana en la que fuesen de la mano el proletariado y la burguesía liberal. El manifiesto no tuvo grandes adhesiones.

Anulada cualquier posible iniciativa por el control de la dictadura, Azaña se refugió en su afición a escribir y empezó a participar en una especie de tertulia clandestina que se celebraba en el laboratorio que el farmacéutico José Giral tenía en la calle de Atocha en Madrid. Allí empezó a trabajar de una forma más activa en la preparación de la República, algo que se materializó en un nuevo manifiesto escrito en mayo de 1925. Ideológicamente, este manifiesto reiteraba lo dicho en la Apelación, pero incorporaba la novedad de que se conformaba como el germen o la materialización de un grupo político constituido a finales de 1925 por los miembros de esa tertulia que se denominó, en principio, Grupo de Acción Republicana o Grupo de Acción Política. La denominación respondía al deseo de no verse confundidos con los partidos políticos tradicionales y abrirse paso como posible punto de unión entre ellos, según la idea de alianza liberal enunciada por Azaña en sus manifiestos. En este sentido, una de sus primeras aproximaciones la realizaron al Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux.

Con motivo de la celebración del aniversario de la Primera República, el 11 de febrero de 1926 marcó el inicio oficial de las actividades del Grupo de Alianza Republicana, el nombre con el que finalmente se conocería al grupo del que Azaña sería su representante. En su circular número 1 recordaba, en forma de "Manifiesto al país", que no pretendía ser un partido político sino un punto de articulación para el republicanismo; además, reivindicaba una ordenación federativa del Estado, atención a la educación, medidas de reforma agraria y de legislación social, etc.

Con todo, la dictadura, reforzada por la calma en Marruecos, anulaba cualquier iniciativa pública de cariz político. Hacia 1926 las relaciones con Lerroux quedaron fijadas y Azaña participó en casa de este en las reuniones de la junta interina de Alianza; también, en varias ocasiones se involucró en proyectos de insurrección militar contra la dictadura.

Azaña hubo de refugiarse frecuentemente en su actividad de escritor. En 1926 fue galardonado con un Premio Nacional de Literatura por su Vida de don Juan Valera, que finalmente no publicaría. Volvió también a su reflexión sobre la relación entre las ideas del grupo del 98 y la dictadura, y sometió a una fuerte crítica al Idearium español de Ángel Ganivet. Igualmente, sometió a análisis la revolución de los comuneros, en la que vio un antecedente de las revoluciones del tercer estado, que quedaría desde entonces enfrentada a la monarquía y la nobleza. Reforzaba así su idea de la necesidad de unión política entre la burguesía y la clase obrera para, desengañado ya de la posible evolución, retomar la vieja idea desechada en el pasado de que el camino era la revolución que acabase con el poder de la alianza entre la Corona y la oligarquía.

En 1927 publicó El jardín de los frailes, narración con componentes autobiográficos, que fue bien recibida por la crítica en general. El drama que describe en ella es el de la constitución del individuo, en el que la enseñanza recibida es sometida a una fortísima crítica. Se dedicó también con especial interés al teatro, representándose en 1928 su obra La Corona.

En cuanto a su vida personal, el 27 de febrero de 1929 se casó con Dolores de Rivas Cherif en la iglesia de los Jerónimos de Madrid.

El liderazgo republicano

A principios de 1930, la retirada de Primo de Rivera provocó un revulsivo en la situación, haciendo que el sentimiento republicano se reactivase. Así, el 8 de febrero se presentó públicamente el grupo de Acción Republicana y Azaña retomó su idea de una gran coalición de fuerzas políticas unidas por su actitud pro-República, con la novedad de que, en esa ocasión, prescindió de forma explícita de todo lo que no fuese izquierdas. Y subrayó que la República
cobijará sin duda a todos los españoles; a todos les ofrecerá justicia y libertad; pero no será una monarquía sin rey: tendrá que ser una República republicana, pensada por los republicanos, gobernada y dirigida según la voluntad de los republicanos.

Simultáneamente, Azaña hubo de abordar también el problema catalán; desde su punto de vista, aunque no concebía una separación, reconoció que, de darse la voluntad por parte de Cataluña de separarse de España, habría que permitirlo.

En junio se hizo con la presidencia del Ateneo, y lo puso al servicio de la movilización republicana, en la que estaba metido de lleno con el objetivo inmediato de conseguir un frente unido. Así, logró primero un pacto entre la Alianza y el Partido Radical Socialista, y poco después otro con los partidos Radical Socialista y Federal y la Federación Republicana Gallega. Al tiempo, con el auspicio de Miguel Maura se consiguió formar una Derecha Liberal Republicana con jóvenes ex monárquicos.

El domingo 28 de septiembre de 1930 se celebró un multitudinario mitin republicano en la Plaza de toros de Madrid. Entre otros, habló Azaña, que saludó a los asistentes como manifestación de la voluntad nacional y los identificó con unas Cortes espontáneas de la revolución popular, repitiendo su vieja idea de la importancia de los individuos en la conformación de la República e insistiendo en lo ineludible de la revolución popular para conseguir el cambio del statu quo:
Seamos hombres, decididos a conquistar el rango de ciudadanos o a perecer en el empeño. Y un día os alzaréis a este grito que resume mi pensamiento: ¡Abajo los tiranos!

Finalmente, quedó constituida la Alianza Republicana, con presencia de los radicales de Lerroux y de los de la Acción azañista. En octubre se invitó a los socialistas a integrarse en la alianza, que estaban divididos al respecto entre los contrarios como Besteiro, y los favorables como Largo Caballero. Teniendo en mente una inmediata insurrección, Azaña y Alcalá-Zamora les pidieron que el pueblo trabajador acompañase al ejército cuanto el levantamiento se produjese, para que los militares, el pueblo y la clase media fuesen sus protagonistas, y no solo el ejército. Los socialistas aceptaron a cambio de dos puestos en el comité revolucionario de la Alianza.

En ulteriores reuniones, se decidió que para el día del levantamiento se decretase una huelga general en toda España, se preparó un manifiesto que habría de difundirse previamente, llamando a la revolución (justificada por ellos en tanto que el estado de España era de tiranía) y se diseñó el Gobierno Provisional que habría de asumir el poder, en el cual Azaña se encargaría del ministerio de Guerra.

El 15 de diciembre de 1930, día proyectado para la insurrección, los acontecimientos se torcieron y los principales líderes republicanos fueron detenidos. Azaña consiguió esconderse en casa de su suegro, donde durante casi un mes se dedicó a escribir su novela Fresdeval, en la que fabula la historia de su familia en la Alcalá de Henares del siglo XIX y expone su crítica a los liberales por no haber sabido aprovechar la Guerra de la Independencia para fundar la nación.

Segunda República Española

Aun escondido, Azaña continuó vigilando el desarrollo de los acontecimientos. Intentó apoyar la validez, siquiera provisional, del gobierno diseñado el 15 de diciembre y, ya en vísperas de las elecciones municipales que lo precipitarían todo, concedió el sentido de plebiscito a estas y avanzó la posibilidad de una manifestación de la voluntad popular que, sin el impedimento del ejército, constituiría una suerte de "alzamiento nacional".[21] Por fin, el día 12 de abril de 1931 la coalición republicano-socialista triunfó en la elecciones municipales en las capitales y principales poblaciones. Ante el entusiasmo de la población en Madrid, que salió a la calle, Azaña fue recogido de la casa donde estaba escondido por sus compañeros y se dirigió junto a ellos hasta la Puerta del Sol, para asomarse posteriormente al balcón del Ministerio de la Gobernación.

Esa misma noche, acompañado por el capitán de artillería Arturo Menéndez, se presentó en el Palacio de Buenavista, donde se encontró con el subsecretario del Ministerio del Ejército, general Ruiz Fornells. Se hizo cargo del Ministerio y así se lo comunicó a todas las guarniciones militares, a las que pidió patriotismo y disciplina; posteriormente, mediante decreto, estableció la obligación de todos los miembros del estamento militar de prometer su adhesión y fidelidad a la República, quedando sin efecto el hecho a las instituciones en ese momento ya desaparecidas. Con el decreto conocido como de retiros o ley Azaña, inició un proceso de reducción de efectivos militares. En general, la intelectualidad elogió esas medidas, pero causó malestar en altas jerarquías militares.

Como consecuencia de la llegada de la República, y con vistas a las inminentes elecciones de Cortes Constituyentes, el grupo político de Azaña, Acción Republicana, se convirtió en partido político, decidiéndose por una orientación izquierdista. A lo largo de su primera Asamblea nacional, celebrada a finales de mayo, perfilaron su programa político cuidándose mucho de mantener una posición intermedia entre los socialistas y los radicales de Lerroux. En el mitin inaugural de la campaña, en Valencia en junio, Azaña reiteró el objetivo de romper radicalmente con el pasado y de reconstruir el país y el Estado, para lo cual se hacía necesario triturar al caciquismo.

En las elecciones del 28 de junio, Acción Republicana consiguió 21 diputados. Su maniobra consiguiente fue intentar no quedar subordinado a Lerroux ni romper con los socialistas, reforzando la Alianza y sosteniendo para su partido una posición izquierdista, que quedaría plenamente definida en su segunda Asamblea nacional, celebrada en septiembre, quedando Azaña como presidente. Allí, en el discurso de clausura, subrayó la necesidad de que la República penetrase en todos los órganos del Estado, y apuntó de forma explícita al ámbito educativo, en concreto a los colegios controlados por órdenes religiosas.

Sobre este asunto versó uno de los momentos críticos en la elaboración del proyecto de Constitución, cuando se discutió el artículo 24 (luego sería el 26). En principio, además de sancionar el sometimiento de las religiones, en tanto que asociaciones, al Estado, el artículo establecía la disolución de las mismas y la nacionalización de todos sus bienes. Tanto la jerarquía católica como varios políticos, entre ellos Alcalá Zamora (presidente de la República), reaccionaron negativamente, por lo que se hizo necesario una reformulación del artículo para no bloquear la formación del gobierno. Azaña, con el temor de que tanto Alcalá Zamora como Maura e, incluso, Lerroux, se desvinculasen del gobierno dejando a este exclusivamente en manos de la izquierda, decidió apoyar esa nueva redacción, en la que se suavizaban los elementos más conflictivos: se disolverían solo las órdenes con voto especial de obediencia a una autoridad que no fuese el Estado (los jesuitas) y se prohibiría el ejercicio de la industria y el comercio para el resto.

El día 13 de octubre hubo de pronunciar un discurso en el congreso con el objeto de hacer reflexionar a los más izquierdistas sobre la conveniencia de aceptar la nueva redacción del artículo. El no incorporar la disolución de todas las órdenes religiosas centraba en sus justos términos lo que, en sus palabras, era el mal llamado problema religioso, pues este
"no puede exceder de los límites de la conciencia personal"; es un problema político, de constitución del Estado. Se trata de organizar el Estado de acuerdo con una premisa que la proclamación de la República convierte en axioma: "España ha dejado de ser católica".

Así, pues, Azaña expuso su idea de que el tronco central de la cultura española ya no era católico, y que no había vuelta atrás. Su idea era que había que sustituir esa religión nacional por otra de carácter laico. De ahí que para Azaña fuese suficiente con la prohibición a las órdenes religiosas de enseñar y con reclamar la libertad de conciencia para los ciudadanos.

De todo lo anterior, se derivó el hecho de que entre abril y octubre Azaña había reformado por completo la política militar y religiosa de España. El impacto emocional de todas esas semanas sobre Azaña lo resumió el mismo con una frase: parecía estar presenciando lo que le sucede a otro.

Por lo demás, a medida que avanzaban las semanas, la dificultad para formar gobierno hacía que las miradas se dirigiesen hacia Azaña como posible presidente. La votación favorable al nuevo artículo sobre la cuestión religiosa provocó la dimisión de Alcalá Zamora. Maura, que también había dimitido del gobierno, apuntó a que solo había dos posibilidades de sustitución: o Lerroux o Azaña. Lerroux desechó su candidatura y señaló que Azaña era el hombre ideal, en tanto representaba a un partido minoritario que podía servir de puente entre los mayoritarios.

*Los datos aquí publicados han sido contrastados con varias fuentes.

Odon Apraiz (1896-1984)

Odon Apraiz
Natural de Gasteiz, se licenció en Historia e hizo el doctorado en Salamanca y Madrid. En 1920 y 1921 estudió en las universidades de París y Zurich. Fue profesor de Geografía e Historia en el Instituto de Eibar hasta 1936. Después continuó ejerciendo de profesor en la Laguna, Reus y Gasteiz.

Comenzó a aprender euskara a los 14 años y escribió en las revistas Bizkaitarra, Arabarra, Euzkadi, Euskal Erriaren alde, Yakintza, RIEV, Aranzazu, Jesusen Biotzaren deya y Gure herria. Olarizu, P. de Araizondo, Ziarpa, Argitza y Olari eran sus seudónimos.

Fue académico correspondiente desde los comienzos de Euskaltzaindia. Odon Apraiz trabajó más que nadie en el campo de la recuperación del euskera en Araba y nunca perdió la esperanza de reeuskaldunizar la provincia.

*Los datos aquí publicados han sido contrastados con varias fuentes.

Peadar O'Donnell

Peadar O'Donnell
Peadar O'Donnell (Donegal, Irlanda, 22 de febrero de 1893 - 13 de mayo de 1986). Político y escritor irlandés.

Formado en la St. Patrick's College de Dublín, durante la Guerra Anglo-irlandesa combatió como miembro del Ejército Republicano Irlandés. Después del tratado que puso fin al conflicto en 1922 se mantuvo en el IRA como dirigente. Seguidor del socialista James Connolly, trató de que la independencia de Irlanda fuera acompañada de una revolución social, aunque su posición socialista fue minoritaria dentro del IRA.

Detenido durante la Guerra Civil Irlandesa, fue elegido en 1923 para el Teachta Dála por el Sinn Féin. Activo dentro de la organización armada y dirigente de la misma, fundó diversas organizaciones políticas y sindicales, entre las que destacó el partido político Saor Éire (1930) y Republican Congress (1934).

Al inicio de la Guerra Civil Española, O'Donnell se encontraba en Barcelona para participar en las Olimpiadas Populares y fue uno de los impulsores para que compatriotas suyos se unieran a las incipientes Brigadas Internacionales en apoyo del gobierno de la república. Junto a otros formó la Columna Connolly.

Después de la Segunda Guerra Mundial O'Donnell fundó y editó la revista literaria The Bell (1946-54). Otros libros publicados fueron The Big Window (1955), Proud Island (1975) y dos obras autpobiográficas: The Gates Flew Open (1932) y There Will be Another Day (1963.


*Los datos aquí publicados han sido contrastados con varias fuentes.

Frank Ryan

Frank Ryan
El Joven Republicano

Ryan nació cerca Bottomstown, en Limerick en 1902. Asistió a la University College de Dublín, donde se unió al Ejército Republicano Irlandés en el final de la Guerra Anglo-Irlandesa 1919-21. Dejó sus estudios poco después para unirse a la Brigada de IRA en el este de Limerick. Participó en la guerra civil irlandesa en 1922. Revestimiento contra el Tratado Anglo-Irlandés, Ryan fue encarcelado por el Estado Libre de Irlanda y fue liberado más tarde tras lo cual regresó a la universidad en Dublín. Pasó un tiempo como profesor, enseñando la lengua irlandesa y la enseñanza a través de la lengua irlandesa y también trabajó como un periodista. Mientras tanto había sido nombrado miembro del Ejecutivo del Ejército dentro de la IRA.

Republican Congress

En 1933, junto con Peadar O'Donnell y George Gilmore rompió con el IRA debido a los problemas sociales. Juntos formaron el Republican Congress. Esta era una organización socialista que apoyó a los obreros, trabajadores y pequeños agricultores de Irlanda. El Congress ofreció nuevas políticas radicales en el bienestar social, la vivienda social y la agricultura. El enemigo eran los elementos derechistas de Irlanda. Los periódicos derechistas, los grandes agricultores, la iglesia católica, los empresarios y los propietarios y, especialmente, los Blueshirts. Los Blueshirts fuese un cuerpo nacional y conservadora de ex policías. Ellos sirvieron como guardaespaldas en los mítines de los partidos de derecha. Sin embargo, el propio Congreso sufrió una escisión y había divisiones a causa de diferentes políticas. En el 1936 no estaba en condiciones de celebrar reuniones o participar en manifestaciones sin sufrir el escrutinio y los ataques de los grupos anti-socialistas.
La cuestión de España

En 1936, cuando la Guerra Civil española comenzó, Ryan creyó inicialmente que los problemas de Irlanda se debe colocar en primer lugar. Peadar O'Donnell había estado en Barcelona, ​​cuando empezó la guerra y había visitado el frente de Aragón con los anarquistas. A pesar de ello O'Donnell sostuvo la misma opinión. El Partido Comunista de Irlanda ya estaba emprendiendo el reclutamiento para las Brigadas Internacionales. Entonces, el Congreso envió un telegrama en reconocer la República Española. La reacción de la jerarquía católica en Irlanda Ryan causado a responder en los periódicos:

"Los republicanos negar que la religión está en juego en España, como hemos negado que la religión estaba en juego cuando estábamos en armas contra el gobierno del Estado Libre en 1922/23. Historia juzgará a nuestra posición sobre la cuestión española. Tomaré mi religión de Roma, sino como un Republicano Irlandés no voy a tomar mi política de Moscú o en Maynooth."

Sin embargo, las reacciones de la Iglesia Católica en Irlanda y los periódicos derechista asegurado España se convertiría en una importante agenda del Congress. Cuando el cuasi fascista Eoin O'Duffy comenzó reclutar hombres en Irlanda para Franco, un pequeño número de socialistas y comunistas irlandeses y hombres del IRA fue a luchar por la República de España.
España

Originalmente Ryan iba a permanecer en Irlanda y ayudar a una campaña de propaganda a favor de los republicanos. Cuando el líder original, George Gilmore, fue herido durante su visita a la vascos Ryan tomó el control. Sin embargo, muchos de los irlandeses que sirvió en el Batallón británico optó por servir con el batallón de americanos. Estos hombres llamaban a sí mismos la Sección de James Connolly o la Columna Connolly. Ellos no les gustó la actitud de uno de los oficiales superiores británicos y algunos eran presuntos miembros del Black and Tans. Ryan fue arrestado después de protestar que sus hombres no deberían haberse dividido. Más tarde fue liberado cuando los delegados del Batallón Británico intervenieron. Fue un activo valioso y se utiliza a menudo con fines de propaganda en las transmisiones de radio de Madrid y en los periódicos. Participó en la Batalla del Jarama, donde las bajas irlandesas fueron muy numerosas. Sus acciones durante Jarama, junto con otros incluyendo Kit Conway y un escocés Jock Cunningham ayudó a asegurar que Madrid no estaba rodeado.
Prisión y Muerte

Ryan fue herido de marzo 1937 y regresó a Irlanda. Por ahora se creía que la República española no podía ganar. Él volvió al servicio activo en España y comenzó a organizar la repatriación de sus hombres y él trató de mantener con vida el mayor número como era posible. En 1938 mientras él estaba luchando en Calaceite fue detenido y encarcelado por las tropas sublevadas y condenado a muerte. Fue encarcelado en San Pedro de Cardeña. Para mantener la moral, organizó y dirigir a los demás presos. La intervención del gobierno irlandés aseguró que no fue ejecutado. Permaneció en prisión hasta 1940, cuando fue conducido a la frontera francesa y puesto bajo custodia alemana. Durante la Segunda Guerra Mundial fue detenido por la Gestapo. Junto con el jefe del IRA Sean Russell, Ryan estaba en un submarino alemán en ruta a Irlanda. Sin embargo, Russell murió de apendicitis durante el viaje y la misión fue abortada. Murió en Dresde de la pleuresía y neumonía en el 10 de junio de 1944. En 1963, su tumba fue encuentra en Dresde. Sus restos fueron llevados de vuelta a Irlanda por los irlandeses que le había seguido a España. Fue enterrado en el cementerio de Glasnevin por sus antiguos camaradas.

*Los datos aquí publicados han sido contrastados con varias fuentes.

General Eoin O'Duffy

General  Eoin O'Duffy
Eoin O'Duffy en 1922 como comisionado de policía

Eoin O'Duffy (en irlandés: Eoin Ó Dubhthaigh); (20 de octubre de 1892 - 30 de noviembre de 1944) fue sucesivamente un Teachta Dála (TD) (jefe de mando del Ejército Republicano Irlandés), el segundo comisionado de la Garda Síochána, líder de la Asociación de Camaradas del Ejército y posteriormente el primer líder del Fine Gael (1933-1934), antes de dirigir la Brigada Irlandesa que luchó en el bando del general Francisco Franco durante la Guerra Civil Española. En una ocasión se autoproclamó "el tercer hombre más importante de Europa" tras Adolf Hitler y Benito Mussolini.



Primeros años

Eoin O'Duffy nació en 1892 con el nombre de Owen O'Duffy en Lough Egish, cerca de Castleblayney, Monaghan. O'Duffy estudió ingeniería en Wexford, antes de trabajar como ingeniero y arquitecto en Monaghan. En 1919 se convirtió en agente de subastas. Fue el líder de la Asociación de de Atletas Gaélicos en el Ulster durante la década de 1910. Un espacio ferial en Clones, en el condado de Monaghan, lleva su nombre.
Guerra de la Independencia de Irlanda

En 1917, Eoin O'Duffy se unió al IRA y participó activamente en la Guerra de independencia irlandesa. En febrero de 1920, junto con Ernie O'Malley, participó en la primera captura de un cuartel policial en Ballytrain, en Monaghan. Fue encarcelado en varias ocasiones pero se convirtió en comandante del IRA en 1921. En mayo de ese mismo año se convirtió en Teachta Dála del Sinn Féin por Monaghan.

En marzo de 1921 fue nombrado comandante de la 2ª división del IRA en el norte de Irlanda. Tras la tregua con los británicos en julio de 1921 fue enviado a Belfast. Tras los sucesos del Domingo sangriento de Belfast, se le encargó negociar con los británicos para mantener la tregua y defender las zonas católicas de los ataques protestantes.

En enero de 1922 se convirtió en jefe de mando del IRA, sustituyendo a Richard Mulcahy. Eoin O'Duffy se convirtió así en el general más joven de Europa, hasta que Francisco Franco fue ascendido a ese rango.
General del Ejército y la Garda Síochána

En 1921 apoyó el Tratado Anglo-Irlandés. Sirvió como general en el Ejército irlandés en la Guerra Civil Irlandesa y fue una de las principales figuras de la estrategia del Estado Libre de Irlanda en su ofensiva contra las fuerzas británicas. En julio de 1922 consiguió tomar con éxito la ciudad de Limerick, antes de ser contenido en la Batalla de Killmallock al sur de la ciudad. Las enemistades que adquirió durante la guerra civil acompañarían a Eoin O'Duffy a lo largo de toda su carrera política.

Tras la fase inicial de la guerra, Eoin O'Duffy se convirtió en comisionado de la Garda Síochána (la Policía irlandesa), cuando el Estado Libre de Irlanda fue establecido en 1922. Esta institución pervive hasta nuestros días, siendo el equivalente a la Policía Nacional en España.

Tras las elecciones generales de 1933, el presidente Éamon de Valera cesó a O'Duffy de su puesto de comisionado. En el Dáil Éireann, De Valera explicaba las razones del cese, alegando las pasadas afiliaciones políticas de O'Duffy. Sin embargo, la verdadera razón parece haber sido que en 1932 el Gobierno irlandés descubrió que Eoin O'Duffy había sido uno de los partidarios de dar un golpe de Estado en lugar de entregar el poder a la administración del Fianna Fáil. O'Duffy se negó a aceptar ninguna otra posición de rango similar a la de comisionado en la administración pública.
Líder de la ACE y acercamiento al fascismo

En julio de 1933, Eoin O'Duffy se convirtió en líder de la Asociación de Camaradas del Ejército, que había sido creada para proteger las reuniones públicas del Cumann na nGaedhael, objeto de boicot bajo el eslogan No hay libertad de palabra para los traidores por parte del IRA tras las elecciones. O'Duffy y varios elementos conservadores del Estado Libre de Irlanda comenzaron a acercarse al fascismo, que durante esta época se extendía por Europa. Inmediatamente, cambió el nombre de este nuevo movimiento al de Guardia Nacional. Eoin O'Duffy admiraba al líder italiano Benito Mussolini y su organización adoptó símbolos genéricos del fascismo europeo, como el saludo romano con el brazo en alto y extendido o un uniforme de camisa azul. No pasó mucho tiempo antes de que sus seguidores fueran conocidos como blueshirts (Camisas Azules).

En agosto de 1933 los blueshirts planearon un desfile en Dublín para homenajear a los líderes republicanos Michael Collins y Arthur Griffith, que habían muerto 11 años antes. Fue una clara imitación de la Marcha sobre Roma de Mussolini, y así fue considerada a pesar de que los blueshirts lo negaban. Éamon de Valera temía que los blueshirts aprovecharan la ocasión para dar un golpe de Estado y el desfile fue prohibido.

En septiembre del mismo año, los blueshirts fueron ilegalizados. Para evitar esta prohibición el movimiento adoptó un nuevo nombre, en esta ocasión haciéndose llamar League of Young Ireland (Liga de la Joven Irlanda). O'Duffy y varios de sus hombres aparecieron en la Conferencia Fascista Internacional de 1934 celebrada en la localidad suiza de Montreux, donde se mostró en contra del antisemitismo.

Fine Gael

En septiembre de 1933 el Cumann na nGaedhael y el movimiento de los blueshirts se unieron para formar el Fine Gael, que actualmente es uno de los dos principales partidos de la República de Irlanda. O'Duffy, aunque ya no era Teachta Dála, se convirtió en su primer líder, junto con William Thomas Cosgrave como portavoz parlamentario. La Guardia Nacional, ahora rebautizada como Asociación de la Joven Irlanda, fue transformada de un grupo paramilitar ilegal en un ala militante del partido político. Sin embargo, sus reuniones a menudo fueron boicoteadas y atacadas por simpatizantes y miembros del IRA. Eoin O'Duffy demostró ser un líder débil (era un militar y no político, y a nivel personal era un hombre de gran temperamento). En septiembre de 1934 dimitió repentinamente como líder del Fine Gael. Con el tiempo, sus opiniones extremistas y su falta de tacto se convirtieron en motivo de bochorno para su partido. Abandonó el FG para formar el Partido Nacional Corporativo.

Voluntario en España

El Movimiento de los Camisas Azules también había comenzado a desintegrarse tras la dimisión de su líder, hasta el punto de que en 1935 la organización había dejado de existir. En junio de 1935 Eoin O'Duffy formó el Partido Nacional Corporativo, de ideología fascista y en 1936 organizó una Brigada Irlandesa para luchar a favor del general Franco en la Guerra Civil Española. A pesar de la oposición del gobierno irlandés, que impuso una multa de 500 libras a quienes participaran, 700 de los seguidores de O'Duffy (que contó con el apoyo de la Iglesia de Irlanda) viajaron a España para luchar en el bando nacionalista de Franco (otros 250 irlandeses, en gran parte veteranos de la guerra civil, se unieron al bando de los republicanos, la Columna Connolly). Los seguidores de O'Duffy apenas participaron en operaciones militares en España y su papel fue sobre todo simbólico. El general Franco terminó enviando a los fascistas irlandeses de vuelta a su país en junio de 1937.

Retiro y muerte

Eoin O'Duffy regresó a Irlanda desde España cansado y decepcionado. Se retiró por completo de la política, aparte de un breve contacto con el nacional-socialismo. Se cree que se reunió con varios miembros del IRA y de la embajada alemana en Dublín durante el verano de 1939. En el verano de 1943, O'Duffy volvió a la embajada con una oferta para organizar una Legión de Voluntarios Irlandeses que se incorporase al Frente Oriental durante la Segunda Guerra Mundial. Explicó al embajador alemán que su oferta era un deseo de salvar a Europa del bolchevismo. Pidió que le fuera enviado un avión para viajar a Alemania y emprender las negociaciones necesarias en Berlín. La oferta no fue tomada en serio.4 En estos momentos su salud había comenzado a deteriorarse seriamente y murió el 30 de noviembre de 1944, con 52 años. El Gobierno irlandés le ofreció un funeral de Estado. Tras una misa de réquiem en la catedral de St. Mary fue enterrado en el cementerio Glasnevin.

*Los datos aquí publicados han sido contrastados con varias fuentes.

El francotirador de Gózquez

Batalla de Jarama
Batalla de Jarama


Alcanzó al menos a seis miembros de la caballería franquista durante la Batalla del Jarama
 La noche del 7 de febrero la plana mayor de la caballería nacional había tomado la determinación de instalar su puesto de mando junto a un caserío del pueblecito Gozquez de Arriba. Pese a la lluvia caída durante todo el día, la ofensiva nacionalista en el Jarama estaba siendo un éxito. Hasta el momento dominaban Ciempozuelos, San Martín de la Vega, las alturas de la Marañosa, su fábrica química y otras cotas elevadas. Algunas avanzadillas franquistas ya tenían a tiro la carretera de Valencia, circunstancia ésta que hizo cambiar de planes a los estrategas republicanos.
La moral de la caballería nacional era muy alta. Su jefe, el teniente coronel Fernández Barrón Ortiz había tomado la decisión de acampar en Gozquez tras eliminar las últimas defensas republicanas en la zona. La tropa acampada, en su mayoría era tropa mora aunque también había partidas de regulares y requetés. Los oficiales de mayor graduación junto con Fernández Barrón se alojaron entre las ruinas del caserón, que al menos se tenía en pie y podía resguardarlos de la lluvia. El resto se agolpaba en los alrededores y en el porche. A última hora de la tarde sonó un disparo seco de la nada. Un soldado moro cayó desplomado. Cundió la alarma entre los allí presentes. Posteriormente sonó otro disparo y otro militar nacional se fue al suelo malherido. Un francotirador republicano tenía a su alcance a la plana mayor de la caballería franquista en el Jarama por lo que los oficiales organizaron una batida para localizarle a toda costa.
 Los soldados en ese momento empezaron a hablar del ‘duende de Gozquez’ que asesinaba en la oscuridad a los nacionales. Con extremo cuidado y moviéndose con mil precauciones la caballería de Fernández Barrón registró casa por casa el pueblo. No encontraron a nadie. El francotirador seguía haciendo de las suyas y de madrugada ya había malherido y matado a seis soldados nacionalistas. Ante este panorama, la batida se suspendió esperando la luz del día y una mejoría de las condiciones climatológicas.
El 8 de febrero despertó con la misma lluvia torrencial que el día anterior. De nuevo los oficiales organizaron una batida para dar caza al francotirador que seguía actuando contra las tropas sublevadas. Tras varias horas de búsqueda, por fin localizaron al autor de los disparos. Era un joven miliciano que no pudo replegarse cuando sus compañeros abandonaron el pueblo y que se escondió en una pequeña casa de labranza, casi a las afueras de Gózquez. En un desván, completamente escondido, disparó por medio de la hendidura del muro alcanzando como antes hemos dicho a más de seis soldados nacionales. La decisión del Estado Mayor de la Caballería tras la detención del ‘Duende de Gózquez’ fue contundente: había que fusilarle. Y eso hicieron, a media mañana, el francotirador republicano fue fusilado en las inmediaciones del puesto de mando.
*Los datos aquí publicados han sido contrastados con varias fuentes.

Memorias del Capitan Mancini

Cuando el capitán Mancini llegó a Mallorca hacía un año que el conde Rossi se había marchado y los fusilamientos eran muy esporádicos y prácticamente invisibles. 
Llegó en noviembre de 1937 y se dedicó a organizar las labores administrativas de los alrededor de 300 militares de la Aviación Legionaria que había en Mallorca. 
La misión de este contingente era defender la isla. «Un peligro de muerte caerá sobre quien ose tocar a Mallorca», dijo Mussolini. Y la mejor forma de defenderla fue atacando. 
Los italianos realizaron más de 3.000 bombardeos sobre el levante republicano causando miles de víctimas. Derribaron 54 aviones y acosaron a la marina republicana en todo el Mediterráneo.

Manuel Portela Valladares

Manuel Portela Valladares
Manuel Portela Valladares (A Fonsagrada, Lugo, Galicia, 31 de enero de 1867 - Bandol, Francia, 29 de abril de 1952) fue un político español de ideología liberal centrista. Fue ministro durante el reinado de Alfonso XIII y llegó a ser presidente del gobierno durante la Segunda República Española.

Hijo de Juan Portela Dios y Teresa Valladares Rial, quedó huérfano de padre con sólo diez años. Fue acogido por su tía, Juana Portela Dios, mujer del impresor José Villas. Este matrimonio disfrutaba de una situación económica desahogada, lo que le permitió estudiar en el colegio de jesuitas de Camposancos en La Guardia, para posteriormente seguir la carrera de Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela.

Se graduó en 1889 en la universidad compostelana. Hasta 1899 residió en la ciudad de Pontevedra, donde trabajó como redactor del Diario de Pontevedra, ejerció de juez municipal y fue decano del Colegio de Abogados. En 1898, con solo 31 años, consiguió plaza como registrador de la propiedad en Madrid.

Instalado en Madrid, entró en el mundo de la política de la mano de Montero Ríos siendo elegido diputado a Cortes en 1905. En 1910 lo fue de nuevo por el distrito lugués de Fonsagrada. En 1909 fue fundador, junto con otros intelectuales y políticos, de la Liga Agraria de Acción Gallega que lideraría Basilio Álvarez, a quien le unió una gran amistad.

Hombre de confianza de José Canalejas, fue nombrado en 1910 gobernador civil de Barcelona y dos años más tarde fiscal del Tribunal Supremo. En 1923 ejerció como ministro de Fomento del último gabinete liberal de García Prieto anterior a la dictadura de Primo de Rivera.

En 1924 fundó en Vigo El Pueblo Gallego, periódico democrático que abrió las puertas a intelectuales republicanos y galleguistas e hizo campaña a favor de una regeneración de la vida política española.

En 1930, Portela Valladares fue uno de los firmantes del llamado Pacto de Barrantes, en el que participaron los más destacados líderes republicanos y nacionalistas del momento en Galicia, entre ellos Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, con quien compartía la necesidad de autonomía para Galicia y la quien lo uniría una mutua relación de amistad y confianza.

En 1931 contrajo matrimonio con la aristócrata catalana Clotilde Puig i Mir, que le dio el título de conde de Brías y le proporcionó una importante fortuna.

Durante la República fue desde 1931 a 1933 parlamentario por Lugo y en 1936 salió elegido por la provincia de Pontevedra.

En 1935, bajo el gobierno derechista de Alejandro Lerroux, fue gobernador general de Cataluña (marzo-abril de 1935) y ministro de la Gobernación en dos ocasiones. A finales de año, el presidente de la República Alcalá Zamora le encomendó la presidencia del Gobierno. El gobierno centrista que presidió ejerció sus funciones hasta la toma de posesión en febrero de 1936 del gobierno resultante de las elecciones generales. A pesar de las presiones golpistas de los grupos derechistas, reconoció la victoria del Frente Popular y entregó el poder a los vencedores legítimos el 19 de febrero.

Tras estallar ese mismo año la Guerra Civil, Portela Valladares permaneció leal a la República, siendo fiel a su ideología liberal y reformista. Desde Barcelona, donde lo cogió la sublevación del 18 de julio, se retiraría a Niza, para posteriormente retornar a España y ofrecer sus servicios al gobierno republicano de Juan Negrín. Participó en las cortes de Valencia reunidas en octubre de 1937.

Finalizada la contienda en 1939, se vio obligado a salir de nuevo para Francia, donde fue apresado por la Gestapo. Aunque el régimen franquista instalado en España solicitó su extradición, esta no fue concedida.

Falleció en el exilio en Bandol, cerca de Marsella, en 1952.

Buenaventura Durruti

Buenaventura Durruti nace en León, el catorce de julio de 1896, siendo el segundo de los ocho hijos del matrimonio entre Santiago Durruti, un trabajador ferroviario, y Anastasia Dumange. Santa Ana, el barrio donde vive desde pequeño, es un lugar modesto, de casas pequeñas y viejas habitadas por los obreros de la ciudad. Hasta los ocho años de edad asiste a la escuela de la calle de la Misericordia.
A raíz de la huelga de curtidores de León en 1903, que se prolongó por nueve meses, la familia de Buenaventura Durruti se ve económicamente muy golpeada, por lo que Durruti pasa a la modesta escuela de Ricardo Fanjul. A los catorce años abandona los estudios y se hace mecánico bajo la tutela de Melchor Martínez, un socialista que tenía en León cierta fama de revolucionario. Durante dos años, Melchor Martínez le enseña todo lo que sabe sobre mecánica y socialismo; cuando no tiene más que aprender, se traslada al taller de Antonio Mijé y se especializa en el montaje de lavadoras mecánicas para lavar los minerales extraídos en minas.
En 1912, siendo mecánico, se afilia por influencia de su padre y de Melchor Martínez a la Unión de Metalúrgicos, asociación adscrita a la Unión General de Trabajadores, pero pronto deja de sentirse atraído por lo que considera un socialismo moderado. Después de abandonar el trabajo de mecánico, Durruti trabaja como montador de lavaderos de carbón, en la ciudad de Matallana; durante la instalación de uno de los lavaderos se envuelve en una rencilla con los obreros, quienes buscaban la destitución de uno de los ingenieros de aquella empresa. El ingeniero es despedido y Durruti, al regresar a León, se percata de que la Guardia Civil lo vigila.
Participó en la huelga general revolucionaria de 1917 como militante de la UGT, de la que sería expulsado por defender posiciones revolucionarias. Se trasladó en 1920 a Barcelona, donde se afilió a la CNT. En 1922 formó junto con Joan García Oliver, Francisco Ascaso y Ricardo Sanz el grupo «Los Solidarios», con el que perpetró un atraco al Banco de España de Gijón en 1923. Se le imputó también el asesinato del cardenal Juan Soldevila y Romero, uno de los principales financiadores en Aragón de los comandos de pistoleros blancos de la patronal, que asesinaban a militantes obreros destacados. Tuvo que huir a Argentina y luego a Chile, donde, junto a compañeros anarquistas, lleva a cabo el primer asalto en ese país. El atraco es parte de una campaña para juntar recursos a fin de liberar a compañeros que se encontraban en algunas cárceles de España. Continuó luego su paso por otros países latinoamericanos y europeos. En Francia es encarcelado junto a Francisco Ascaso y Gregorio Jover por su participación en las actividades revolucionarias en España, por lo cual comienza una gran campaña internacional a favor de su amnistía que concluye con la liberación de los 3 presos anarquistas.
En 1931 volvió a España, y se integró en el sector faísta (próximo a la FAI) de la CNT —beligerante con la II República— y tomó parte en las insurrecciones de Figols 1932 y 1933. A consecuencia de ellos, fue deportado por el gobierno republicano, como preso preventivo junto a otros anarcosindicalistas a Guinea Ecuatorial y Canarias, en el barco mercante Buenos Aires.
Durante todo el periodo republicano participa activamente en huelgas, mítines y conferencias por todo el territorio nacional, pasando numerosas veces por la cárcel.
  • Su actuación en la Guerra Civil Española

Al estallar la Guerra Civil en 1936 fue uno de los principales protagonistas de los sucesos revolucionarios de julio, formando parte del grupo «Nosotros» (sucesores de «Los Solidarios») y de la dirección en la defensa de la ciudad de Barcelona, donde falleció su compañero de toda la vida Francisco Ascaso en los enfrentamientos callejeros con los sublevados. El 20 de julio, ya derrotado el alzamiento en Barcelona y siendo la CNT la dueña de la situación, sobre todo tras apoderarse del parque de Artillería de San Andrés, sus principales dirigentes tuvieron una entrevista con el presidente de la Generalidad catalana, Lluís Companys. En una segunda entrevista al día siguiente, después del pleno de Federaciones locales de la CNT, Durruti junto con otros principales dirigentes de la CNT propusieron nombrar un Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña, siendo aceptado por las restantes organizaciones. Este comité (formado por libertarios, republicanos nacionalistas y marxistas) se convirtió en el verdadero poder en Cataluña, ratificando la Generalidad posteriormente lo que se decidía. Cansado de las disputas internas, y el desgaste debido al hecho de encontrarse en una guerra civil, del Comité de Milicias Antifascistas (de la cual era jefe del departamento de transportes), decidió pasar al frente con el bando republicano, empezando por liberar de los sublevados Zaragoza, otro gran núcleo urbano anarquista tras Barcelona. Se formó entonces la famosa Columna Durruti, que tomó rumbo a Zaragoza.
A la columna se le negó el suministro de armas, artillería, etcétera, por parte de los agentes comunistas, por lo que tuvo que limitarse a tomar todos los pueblos por donde pasaba. En ellos los campesinos se veían libres para hacer la revolución: los terratenientes eran expropiados de sus tierras, las cuales eran colectivizadas, se abolía la propiedad privada y se instauraba el comunismo libertario. En noviembre de aquel año marchó a Madrid con su columna a contener la ofensiva de las tropas sublevadas.

  • Su muerte

Aproximadamente a la una de la tarde del 19 de noviembre de 1936 (en plena Batalla de la Ciudad Universitaria de Madrid), en la calle Isaac Peral, menos de dos horas después de haber sido entrevistado en la calle en Madrid para el noticiario filmado del PCUS, Durruti es herido en el pecho por una bala de extraña procedencia; en grave estado, es llevado al Hotel Ritz, sede del hospital de sangre de las milicias catalanas, donde muere al día siguiente a las cuatro de la mañana. La autopsia reveló que el deceso de Durruti se debió a los destrozos causados por una bala calibre nueve largo, la cual penetró el tórax y lesionó importantes vísceras. Su cuerpo fue entregado a los servicios especializados del Municipio de Madrid para ser sometido a un proceso de embalsamamiento, ya que sería trasladado y enterrado en Barcelona.4 Su deceso es ocultado a la población con el fin de evitar desánimos.
La muerte de Durruti ocurrió en oscuras circunstancias que han propiciado la aparición de diversas hipótesis para explicar su deceso. Según la CNT, escuetamente fue una «bala fascista». Las emisoras de radio de la zona nacional les atribuyeron el hecho a los comunistas, quienes a su vez aseguraron que el atentado había sido ocasionado por trotskistas o hasta por los mismos anarquistas debido al enfrentamiento de éste con su propia dirección. Se ha dicho también que fue víctima de unos ladrones que él mismo intentaba detener. También se asegura que fue un disparo salido de su propia arma: algunos afirman que se le cayó su fusil ametrallador, mientras que otros aseguran que Durruti sólo portaba un Colt 45.
...porque la burguesia tratara de arruinar el mundo en la ultima fase de la historia,pero a nosotros no nos da miedo la ruina porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones.

Miguel Cabanellas Ferrer

Miguel Cabanellas(Miguel Cabanellas Ferrer; Cartagena, 1 de enero de 1862 - Málaga,15 de mayo de 1938).
Miguel Manuel Virgilio Joaquín Cabanellas Ferrer era hijo de Virgilio Cabanellas Tapia, en ese momento capitán de infantería de marina, y Clara Ferrer Rittwagen. Cursó su bachillerato como interno en las Escuelas Pías de Yecla donde coincidió con Azorín. Posteriormente ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza. Ingresó en el ejército en el arma de caballería en 1889. Contrajo matrimonio el 24 de mayo de 1894 y pocos días después parte destinado a Cuba.
General de división, considerado masón y afecto a la República. Jefe de la División orgánica de Zaragoza, se incorporó al Alzamiento militar el 19 de julio. 
Pese a hablar con Martínez Barrio, también masón, en la noche del 18 de julio, mantuvo la sublevbación, al parecer porque estaba rodeado por una guarnición que no le permitió ninguna alternativa. Presidente de la Junta de Defensa Nacional creada en Burgos (julio-septiembre 1936). Tras el nombramiento de Franco como jefe supremo, al que se opuso sin éxito, fué designado inspector general del Ejército. Sus palabras en la votación,en la cual voto en blanco,sus palabras fueron proféticas :

"Ustedes no saben lo que han hecho -dijo el general a sus colegas que entronizaron a Franco como mando militar supremo- porque no le conocen como yo, que lo tuve a mis órdenes en el ejército de África, como jefe de una de las unidades de la columna a mi mando... Si ustedes le dan España, va a creerse que es suya y no dejará que nadie lo sustituya en la guerra o después de ella, hasta su muerte."

Siempre haciendo gala de una profesionalidad castrense exquisita, se dedicó a su nueva tarea con celo y disciplina. Le sorprendió la muerte en Málaga, el 15 de mayo del año 1938, cuando realizaba una de sus múltiples visitas a los acuartelamientos rebeldes. Nada más morir Cabanellas, el general Franco se apresuró a requisar todos sus papeles y documentos.

Francisco Franco Bahamonde

Francisco Franco Bahamonde (Ferrol, La Coruña, 4 de diciembre de 1892 – Madrid, 20 de noviembre de 1975), conocido como Francisco Franco o simplemente Franco, fue un militar dictador español, golpista integrante del pronunciamiento militar de 1936 que desembocó en la Guerra Civil Española.

Fue investido como Jefe Supremo del bando sublevado el 1 de octubre de 1936, ejerciendo como Jefe de Estado de España desde el término del conflicto, hasta su fallecimiento en 1975. Líder del partido único Falange Española Tradicionalista y de las JONS, fue inspirador del movimiento ideológico totalitario en sus inicios, dictatorial después, conocido como franquismo. Aglutinó en torno al culto a su persona, a diferentes tendencias del conservadurismo, del nacionalismo y del catolicismo opuestas a la izquierda política y al desarrollo de formas democráticas de gobierno.

Hannes Trautloft

Nacido el 3 de Marzo de 1912,en Groß-Obringen, cerca de Weimar. Muchos historiadores lo consideran uno de los líderes más eficientes del Luftwaffe, afirmando que su nombre se debe poner al lado de leyendas como Werner Mölders, Adolf Galland y Günther Lützow.

Su hecho más destacable no es la cantidad de aviones derribados, sino haber  forjado una de las unidades de combate mas letales de la  II Guerra Mundial, responsable de la destrucción de más de 9.500 aeronaves enemigas.

Johannes “Hannes” Trautloft nació el 3 de marzo de 1912 en la ciudad de Grossobringen en Thüringen, Alemania. Hombre alto (1.90mts.) amigable y muy franco, desde joven sintió fascinación por la aviación, que floreció después de la I Guerra Mundial cuando efectuó sus primeros solos a bordo de planeadores.

En abril de 1932, cuando ya tenia edad para ingresar al servicio militar, entró en la Deutsche Verkehrfliegerschule (la escuela alemana del transporte aéreo), una entidad mantenida como fachada por el ejercito alemán para burlar las restricciones del tratado de Versalles, en cuanto a la existencia de pilotos militares.

Algunos meses más tarde fue enviado a la base de entrenamiento secreta en Lipezk, Rusia. Lipezk está situado 500 kilómetros de sureste de Moscú y es el resultado de un acuerdo secreto de 1922 entre Alemania y Rusia. A cambio de asistencia técnica para la nueva fuerza aérea rusa, los alemanes podían mantener un centro de entrenamiento y pruebas de nuevas aeronaves.

Retornando a Alemania en 1933, Trautloft fue mantenido temporalmente en una unidad del ejército hasta 1935 cuando la Luftwaffe se oficializo. Al año siguiente, con la decisión secreta de Alemania de apoyar las tropas nacionalistas del General Franco, en la Guerra Civil Española, Trautloft fue uno de los seis pilotos enviados a bordo del navío Ursaramo, junto con seis biplanos Heinkel He 51. Llegaron a Cádiz, España el 7 de Agosto de 1936. Después de que los pilotos españoles experimentaran dificultades con los biplanos, los pilotos alemanes entraron en combate.

Hannes Trautloft y Kraft Eberhardt anotaron las primeras victorias alemanas en España, con el derribo de un Breguet XIX para cada uno el 26 de Agosto de 1936. El 30 de Agosto de 1936 se anoto la segunda victoria con el derribo de un Potez 540. Desgraciadamente, durante este combate Trautloft se convirtió en el primer alemán derribado sobre suelo español. Por suerte pudo saltar en paracaídas y caer cerca de las tropas nacionalistas y así regresar a su unidad a salvo.

Durante el  transcurso del conflicto, la Unión Soviética paso a  apoyar a las fuerzas republicanas enviando bombarderos SB2 y los ágiles cazas I-15 e I-16, que eran superiores a los Heinkel He 51. Para diciembre de 1936 se enviaron cuatro prototipos de los novísimos Bf109 para la Legión Cóndor y Trautloft fue uno de los elegidos para testar en combate el nuevo caza de la Messerschmitt. En esa ocasión, deseando un distintivo personal, mando a pintar un corazón verde ("Grünherz") en su prototipo Bf 109V3, como un homenaje a Thüringen, su tierra natal.

Abordo de este avión, el Oberleutnant Trautloft alcanzaría otras tres victorias confirmadas (un Nieuport 52, un Potez 540 y un I-16), para llegar a un total de cinco en España, por lo que fue condecorado con la “Cruz Española en Oro con Espadas” en Junio de 1939.

Durante la campaña en Polonia, Trautloft servía como Staffelkapitän del 2./JG 77 (2º Staffel del Jagdgeschwader 77). Alcanzó su primera victoria en el conflicto el 5 de septiembre 1939, al derribar un biplano PZL-23.

Fue promovido a Hauptmann y se lo designo en Gruppenkommanduere del III./JG 51 (Gruppe III del JG 51) el 19 de  Septiembre de 1939. Con esa unidad, Trautloft derribaría dos Spitfires durante la Campaña de Francia.

Los destinos de Hannes Trautloft y del JG 54 convergieron en agosto de 1940. A mediados de  Agosto, llegó a ser evidente que el Adler Tag (Día del Águila), no había podido ganar la superioridad aérea prometida por Reichsmarschall Hermann Goering. Siempre listo para desviar la culpa de su fallida estrategia, el Reichmarschall señalo la falta de la agresividad de sus pilotos. Varios Kommodoren más viejos fueron substituidos por jóvenes de carácter “agresivo”. El JG 26 fue bendecido con su nuevo Kommodore, Adolf Galland. Fortuna también experimentada por el JG 54 con la llegada de su nuevo Kommodore, Hannes Trautloft el 25 de agosto de 1940, puesto que ocuparía hasta el 5 de julio de 1943.

Bajo dirección de su nuevo Kommodore, el JG 54 se convirtió en uno de dos Jagdgeschwader más pedido por los equipos de bombardeo para las tareas de apoyo durante el resto de la batalla de Gran Bretaña; el otro Jagdgeschwader mas solicitado fue el JG 26 de Adolf Galland.

Hannes Trautloft voló sobre el canal no menos de 120 misiones y sumaria otras 5 victorias a su record personal antes de que el JG 54 fuera retirado del frente de batalla para ser reestructurada, antes de la  invasión a Rusia.

Junto con otros dos Jagdgeschwader, Trautloft y el JG 54 participaron de la Operación Barbarossa, la invasión de Rusia. Le concedieron la Ritterkreuz (Cruz de los Caballeros) el 27 de junio de 1941, por alcanzar las 20 victorias y por el liderazgo excepcional de su Geschwader.

El 4 de Diciembre de 1941, Trautloft decidió que todas las aeronaves del JG 54 deberían utilizar o emblema del "Grünherz". En adelante, JG 54 se conocería como el “Geschwader Trautloft” y ganaría inmortalidad en las estepas de Rusia.
Grünherz
Trautloft se anotó 25 victorias más, hasta que fue designado, por recomendación de su amigo personal Generalmajor Adolf Galland, como Jagdflieger Inspektor Ost (Inspector de cazas del Este).

La participación por parte de Trautloft en el motín de pilotos de caza en Enero de 1945, lo llevó a su remoción como Inspector de cazas del Este y su posterior desplazamiento al 4 Fliegerschule Division (4ª División de Escuelas de Vuelo), donde permaneció hasta la rendición alemana el 8 de Mayo de 1945.

El sería uno de los  primeros veteranos en retornar al servicio militar en la nueva Bundesluftwaffe, en 1956, ascendiendo al puesto de Generalleutnant y siendo nombrado, en los años 60, Inspector General de la  Fuerza Aérea alemana. Incluso después de su retiro de la fuerza, en 1973, Trautloft permanecería activo entre las asociaciones de veteranos.

A lo largo de su carrera, Hannes Trautloft voló 560 misiones de combate obteniendo 57 victorias confirmadas (5 en España, 7 en el frente occidental y 45 en el Este). El legendario Kommodore del JG 54 falleció por causas naturales el 11 de Enero de 1995, a los 82 años de edad.

Aviones pilotados por Trautloft a lo largo de su carrera:

Bf 109 V3 - Oblt. Hannes Trautloft - VJGr.88 - Sevilla/España - Diciembre, 1936.


Bf 109E-1 (WNr.4072) - Hptm. Hannes Trautloft, Staffelkapitän 2./JG77 - Breslau - Agosto, 1939.


BF109 G2 - JG54 GeschwaderkommodoreTrautloft - Siverskaya/URSS - Diciembre, 1942.


BF109 G6/R3 - JG54 GeschwaderkommodoreTrautloft - Siverskaya/URSS - Diciembre, 1942.


Fw 190A-4 - Obstlt. Hannes Trautloft - Kommodore JG 54 - Krasnogvardeisk/URSS, Diciembre 1942 - Febrero 1943.